Por Maury Guzmán Chiomante

Desde Nueva York, el consorcio Citigroup menciona que se trata de una estrategia global ya que el grupo ha ido vendiendo desde el 2014 sus operaciones de banca de consumo en otros países del mundo entre ellos principalmente en América Latina y Asia. Entre los países de América Latina en donde también abandonara sus servicios serán: Panamá, Guatemala, Costa Rica, Honduras, Nicaragua y Perú.

Nunca se pensó que esto sucedería en México ya que es un país con mucha presencia ya que cuenta con 1,278 sucursales, 31,406 empleados, 9,000 cajeros automáticos y, lo más importante, utilidades que cada año fueron en promedio superiores a los 2,000 millones de dólares.

Una de las especulaciones ante la venta de Banamex tiene que ver con las decisiones llevadas a cabo por la 4T ya que pudo haber afectado la decisión del Gobierno de poner tope a las comisiones de las Afores, también puede ser el temor de que se reactiven las iniciativas de leyes que implican mayor regulación al negocio bancario, por ejemplo: los topes a tasas de interés. Otra especulación deriva de los cambios en el Banco de México y/o con algunos aspectos de la retórica de los radicales de la 4T o del presidente.

Nos falta poner en la mesa el factor fintech (la cual es una industria naciente en la que las empresas usan la tecnología para brindar servicios financieros de manera eficiente, ágil, cómoda y confiable). El negocio financiero está viviendo una transformación brutal, Los bancos tradicionales compiten ya no solo entre sí, cada vez más con empresas de base tecnológica que son más ágiles para llegar al mercado con soluciones dirigidas a consumidores o pequeñas empresas.

Alberto Gómez Alcalá director corporativo de desarrollo Institucional, Estudios Económicos y comunicación de Citibanamex, dijo que esta decisión no tiene nada que ver con ninguna cuestión política del actual Gobierno en México, a lo cual menciono que:

“Lo que está en venta es la operación de sucursales, lo que tiene que ver con tarjetas, el negocio de nómina, la cartera hipotecaria, el crédito familiar y empresarial la parte patrimonial, las Afores, la compañía aseguradora y por supuesto todos sus brazos de fundaciones, compromiso social y por supuesto los inmuebles”.

En este sentido, Gómez Alcalá expuso que una vez que esté culminada la transacción, serían dos entidades distintas, por eso Citigroup necesitaría una nueva licencia para operar, ya que la transacción incluye las licencias y la marca, pero Banamex es una marca muy importante y reconocida.

Respecto a la clientela Alcalá mencionó que “La instrucción precisa es de que ningún cliente se vea afectado, que sigamos haciendo exactamente lo mismo; el objetivo último que aquí nadie se vea afectado, los clientes van a seguir siendo atendidos normalmente, cotidianamente, sin que pase nada y es un objetivo prioritario para nosotros que nadie se vea afectado en sus operaciones normales”.

“A esos clientes que tengan una hipoteca, una tarjeta, etcétera, por supuesto que lo vamos a seguir atendiendo, se vende esa parte con la marca del Banco Nacional de México, de Banamex, Citi se queda con la parte de clientes institucionales”.

El anuncio de la venta, no tiene ninguna implicación en las cuentas de los clientes actuales, ya que a diferencia de una quiebra o intervención bancaria, en donde sólo se regresa lo que el seguro de depósito avala, en esta transacción, el cliente sólo verá un cambio en el nombre de la institución o en sus contratos con el nuevo nombre del que adquiera el banco, por lo que no es necesario cambiarse de banco ni retirar los recursos.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Grupo Financiero Citibanamex es el tercero más grande que opera en México, con un total de 1 billón 433 mil 851 millones de pesos.

Además, los datos de la CNBV indica que hasta el mes de noviembre del año pasado, Citibanamex contaba con un total de 1,276 sucursales bancarias, 9,012 cajeros, 7 millones 168,038 tarjetas de crédito, 209,373 de débito, así como 31,406 empleados.

Hay que analizar bien que pasará con esta venta, hay que cuestionarnos si ¿Estamos ante la despedida de uno de los mayores inversionistas extranjeros o debemos enfatizar la posibilidad de que empresarios mexicanos recuperen una parte muy relevante del negocio bancario?