CIUDAD DE MÉXICO.- La crisis en curso se deriva de la prolongada guerra Ruso-Ucraniana, que comenzó en 2014 y experimentó una escalada a principios de 2021, cuando Rusia reunió alrededor de 100 000 soldados y un equipo militar sin precedentes ya que representó la mayor movilización de fuerzas desde la anexión de Crimea por parte de ese país en 2014, esto cerca de su frontera con Ucrania.
Esto trajo consigo una crisis internacional y generó preocupaciones sobre una posible invasión. Las imágenes satelitales mostraron movimientos de tropas y misiles; la crisis se renovó en octubre y noviembre de 2021, al concentrarse nuevamente más de 100 000 soldados rusos cerca de la frontera en diciembre.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia anunció varias exigencias en diciembre de 2021, mencionando que Ucrania no debía ser parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte también conocida como la Alianza Atlántica, la cual es una alianza militar intergubernamental (OTAN) y que además debía de realizar una disminución en sus fuerzas armadas de la OTAN en Europa del Este y solo así las fuerzas armadas Rusas abandonarían la Nación vecina Estados Unidos y otros miembros de la OTAN rechazaron estas solicitudes y advirtieron a Rusia de mayores sanciones económicas si invadía Ucrania. Las conversaciones diplomáticas bilaterales entre Estados Unidos y Rusia se llevaron a cabo en enero de 2022, pero no calmaron la crisis.
En el fondo Rusia ha dejado claro a Occidente (a Estados Unidos principalmente) que debe desistir y dejar de inmiscuirse con los asuntos entre Ucrania y ellos, ya que Ucrania es su antiguo aliado de la ya desaparecida Unión Soviética con el que comparte orígenes étnicos y culturales, pero sobre todo es un punto estratégico en el Mar Negro el cual no se está dispuesto a perder, por lo que Ucrania en estos momentos resuena como el centro del tablero geopolítico entre el este y el oeste.
Pero justamente, la furia de Moscú estalla ante los planes de Kiev de unirse tanto a la OTAN como a la Unión Europea (UE). Si bien Ucrania no es miembro de la alianza militar, sí ha mostrado su inclinación hacia la organización que le ha ofrecido completo respaldo para preservar la soberanía de la exrepública soviética, así como la promesa de una eventual adhesión.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, antes de partir hacia Ucrania, menciono que «Una de las cosas que más me llama la atención sobre esto es que las acciones de Rusia han precipitado exactamente lo que el presidente Putin dice que quiere evitar, ciertamente, tendremos que fortalecer aún más la postura defensiva de la OTAN».
Los expertos no descartan más tropas, barcos y aviones de la OTAN en el área del Mar Negro y en el Báltico y pasar de una estrategia de rotación de tropas a una presencia de fuerza permanente allí, incluidos más soldados y armas estadounidenses.
Las decisiones sobre movimientos de tropas podrían ocurrir tan pronto como se celebre una cumbre de la OTAN en Madrid en junio, indicaron diplomáticos y funcionarios, aunque es probable que cualquier retirada por parte de Moscú dé lugar a una pausa en las amenazas militares.
Ante esta situación Estados Unidos ha mencionado que de llevarse a cabo una guerra fría, otorgará su apoyo a Ucrania. Francia y Alemania rechazan el suministro de armas a Kiev; y España prefiere apelar al dialogo ya que el continente se ha visto golpeado por los altos costos del combustible.
Aunado a esto Alemania ha hecho mención de que, si Rusia intenta utilizar la energía como arma o comete más actos agresivos contra Ucrania, se emprenderán acciones a nivel nacional y se presionará por adoptar medidas eficaces a nivel europeo, incluyendo sanciones que limiten la capacidad exportadora rusa a Europa en el sector de energía», subrayó la subsecretaria de Estado, Victoria Nuland, el pasado diciembre.
El pasado viernes 11 de febrero, el presidente de Estados Unidos Joe Biden, organizó un video llamada con líderes transatlánticos en la que acordaron una acción coordinada para aplicar severas medidas económicas a Rusia si invadía Ucrania.
También informó que estaba enviando otras 3.000 tropas desde Fort Bragg, Carolina del Norte, a Polonia, y que se esperaba que llegaran allí la semana próxima. Estas tropas no lucharán en Ucrania, sino que garantizarán la defensa de los aliados de Estados Unidos.
Estados Unidos, España, Reino Unido, Dinamarca, Noruega, Estonia, Letonia, Países Bajos, Japón y Corea del Sur han optado por solicitar a sus ciudadanos que habitan en Ucrania o en Rusia que abandonen las Ciudades; mientras que Alemania solo ha instado a sus ciudadanos a abandonar Ucrania si su estancia en el país no es obligatoria.
Cabe señalar que el Ministerio de Defensa de Rusia ha asegurado el sábado 12 de febrero, un submarino nuclear norteamericano de clase Virginia habría entrado en una zona de ejercicios de su flota junto a las islas Kuriles, el incidente tuvo lugar en sus aguas territoriales y ha convocado al agregado militar estadounidense para exigirle explicaciones, a lo que la Nación Estadounidense niega categóricamente.