En un acontecimiento que marca un antes y un después en la conectividad global, Huawei y China Unicom han unido fuerzas para desplegar la primera red de banda ancha 10G del mundo, capaz de ofrecer velocidades de descarga superiores a los 9,800 Mbps y de carga por encima de los 1,000 Mbps.
Esta nueva infraestructura tecnológica ya está operando en modo piloto en regiones como Pekín, Hebei, Jiaozuo y Mengzhou, y se prevé su expansión a 100 regiones antes de finalizar 2025, de acuerdo con medios locales. El avance no solo representa una mejora sin precedentes en la experiencia de navegación para los usuarios, sino que también abre las puertas al desarrollo de ciudades inteligentes, vehículos autónomos, realidad aumentada y streaming de contenido en 8K sin latencia.
Xiong’an: la primera ciudad completamente 10G
La ciudad de Xiong’an, conocida como la megaciudad del futuro, es la primera en contar con cobertura total de esta red 10G. Este desarrollo urbano de última generación fue impulsado directamente por el presidente Xi Jinping y se construyó desde cero sobre antiguos terrenos pantanosos. Allí, la conectividad de 10 gigabits por segundo ya es parte de la vida cotidiana.
La ciudad cuenta con infraestructura digital avanzada, sistemas inteligentes de gestión de residuos, y farolas con cámaras de reconocimiento facial, características únicas que convierten a Xiong’an en un modelo global de desarrollo urbano tecnológico.
¿Qué permite la banda ancha 10G?
La implementación de esta red permitirá a los usuarios:
- Descargar películas en segundos
- Disfrutar de transmisiones y contenido en resolución 8K
- Jugar videojuegos en línea en 3D y sin latencia
- Navegar en entornos de realidad aumentada y virtual
- Desarrollar tecnologías de vehículos autónomos
- Impulsar el diseño de ciudades completamente inteligentes
¿Qué es la banda ancha?
La banda ancha es el acceso a Internet de alta velocidad, el cual permite a los usuarios conectarse a diversos servicios digitales mediante conexiones rápidas y estables. La red 10G es una evolución de esta tecnología que transforma la manera en la que interactuamos con el entorno digital.
¿Afecta la señal de celular a humanos, animales y plantas? Esto dicen los estudios científicos
En las últimas décadas, la expansión de las redes móviles (ahora 10G) ha generado inquietudes sobre los posibles efectos de la señal de celular en la salud de las personas, animales y el medio ambiente. Aunque la radiación de los teléfonos celulares es de tipo no ionizante —es decir, no tiene suficiente energía para alterar el ADN directamente—, diversos estudios científicos han analizado sus impactos potenciales.
Efectos en los seres humanos
Grandes estudios como el Interphone y MOBI-Kids han analizado posibles relaciones entre el uso del celular y tumores cerebrales. Hasta ahora, no se ha confirmado un vínculo concluyente. Sin embargo, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasificó las ondas de radiofrecuencia como “posiblemente cancerígenas para humanos” (Grupo 2B), lo que sugiere la necesidad de más estudios a largo plazo.
Impacto en animales
Algunas especies animales muestran sensibilidad a las ondas de radiofrecuencia. En el caso de las abejas, varios estudios han documentado desorientación, cambios en su comportamiento y una disminución en la capacidad reproductiva. Asimismo, en aves migratorias se ha observado una alteración en su orientación natural, lo cual podría afectar sus rutas migratorias.
Cambios en plantas
Los efectos también se extienden a la flora. Diversos experimentos han demostrado que la exposición a señales de celular puede generar estrés oxidativo en plantas, engrosamiento de hojas y otros cambios fisiológicos que podrían afectar su crecimiento y salud a largo plazo.
Aunque los efectos en humanos aún son motivo de debate, la evidencia sobre los impactos en animales y plantas es más consistente. Por esta razón, diversos científicos recomiendan adoptar el principio de precaución, minimizando la exposición innecesaria a estas ondas, especialmente en zonas sensibles como escuelas y reservas naturales.
La investigación continúa, pero es crucial seguir evaluando los posibles riesgos de la tecnología celular en todos los niveles del ecosistema más ahora con la técnologia 10G.
Con información de NMC y El Heraldo.
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