Periodismo Objetivo / NewsDay Caribe
Paola Chiomante
Desde su reciente apertura el 11 de enero, la zona arqueológica de Ichkabal, en el estado de Quintana Roo, ha comenzado a recibir visitantes ansiosos por conocer una de las ciudades mayas más antiguas y monumentales de la región. El sitio, descubierto en 1995 por el arqueólogo Enrique Nalda y su equipo, ha sido objeto de continuas excavaciones y estudios hasta la actualidad, con importantes avances bajo el Proyecto Promesa, dirigido por los arqueólogos Javier López y Lucia Velia.
El administrador del sitio, Joaquín Venegas, destacó que Ichkabal abre todos los días del año, de 8:00 a 17:00 horas, con último acceso a las 16:00 horas. Enfatizó la importancia de la conservación del área y el respeto a su riqueza natural, ya que la zona está rodeada por una densa selva que alberga una gran biodiversidad, incluyendo monos, tucanes y venados, además de vestigios arquitectónicos de gran relevancia.
Una ciudad monumental con siglos de historia
Los trabajos arqueológicos han revelado hasta ahora nueve estructuras excavadas y consolidadas, abiertas a la visita pública, aunque el sitio cuenta con más de 20 a 30 estructuras aún no intervenidas. La ciudad prehispánica tuvo una extensa área de ocupación de aproximadamente 1,000 km², y su auge principal se estima entre el 400 a.C. y el 600 d.C.
Entre los hallazgos más destacados se encuentran grandes mascarones de estuco de hasta cinco metros de altura, ubicados en las escalinatas de las estructuras más imponentes del sitio, la Estructura 4 y la Estructura 5, las únicas que actualmente pueden ser escaladas por los visitantes. Además, se han encontrado objetos de gran valor, como una vasija con un glifo aún no descifrado y una concha grabada con la figura de un personaje, actualmente exhibidas en el Museo Maya de Cancún.
Un vínculo con el Tren Maya y un futuro prometedor
Ichkabal ha recibido un notable impulso gracias a las inversiones en infraestructura vinculadas al Tren Maya, incluyendo el desarrollo de accesos y medidas de conservación en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el gobierno estatal y municipal, así como las comunidades ejidales de la región.
Actualmente, la zona recibe un promedio de 200 a 300 visitantes diarios, con una mayor afluencia los fines de semana. El acceso es gratuito, aunque en el futuro se espera la implementación de un cobro por entrada.
A pesar de su reciente apertura, Ichkabal se perfila como un sitio clave dentro del turismo cultural y arqueológico del sureste mexicano. Su combinación de monumentalidad arquitectónica, naturaleza exuberante y su cercanía con proyectos de desarrollo como el Tren Maya y el Aeropuerto de Tulum, lo posicionan como un destino de creciente interés tanto para turistas nacionales como internacionales.
“La ciudad de Ichkabal nos ofrece un vistazo a un pasado glorioso que aún tiene muchos secretos por revelar. El reto ahora es su conservación y difusión”, concluyó Joaquín Venegas, invitando a los visitantes a explorar este legado maya en el corazón de la selva de Quintana Roo.
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