“Claro que tengo miedo, claro que me da miedo el cáncer, pero el miedo no te debe detener”, fueron las palabras de Kira Iris, tesorera del Ayuntamiento de Solidaridad, al recordar uno de los momentos más fuertes de su vida: la lucha contra el cáncer.

 

Su labor como servidora pública y gran trayectoria, son los reconocimientos que más han destacado en la vida de la también abogada; sin embargo,

hay experiencias y obstáculos que ha superado y deben ser contados.

Con una mirada llena de nostalgia, Kira recordó su infancia y lo difícil que fue perder a su madre siendo tan pequeña. En un momento complicado, fueron las palabras de su padre las que le dieron fortaleza y que la acompañaron por el resto de su vida.

 

“Siempre tenemos momentos en la vida que te despeinan. A temprana edad me encuentro con una madre muy enferma, un papá que trabajaba todo el día y una hermanita que tenía que cuidar. Era una niña. Tenía que jugar, pero también tenía que cuidar a mi hermanita. Pero con la sabiduría de mi papá fue ´échale ganas, la vida continúa, esta es una batalla, pero todo en la vida es actitud´”, dijo.

 

El apoyo de su familia hizo que Kira Iris perdiera el miedo y pudiera enfrentar el duelo. Fue su padre quien la motivó a luchar por sus sueños y a trabajar por ellos, pero sobre todo a no rendirse.

 

“Mi papá siempre nos hablaba de soñar, pero que los sueños requieren de trabajo. Un día le dije a mi papá ‘cuando sea grande quiero viajar, ir a la universidad, ayudar a más personas’. Él me dijo ‘todo lo que tú quieras en la vida lo puedes conseguir, si crees en ti, pones de tu corazón y también trabajas. Cuando sientas que no puedes, descansa, respira, ve a tu alrededor y échale ganas´”, comenta.

 

Kira recuerda que haber perdido a su madre fue una de las pruebas más difíciles, pero que la vida la volvió a poner en una situación donde no veía salida. Fue hace 17 años que los médicos le diagnosticaron cáncer de boca y cuello. Por un momento, sintió que podía perder la vida.

 

“Las historias de cáncer siempre son muy dramáticas, pero me acordé de lo que me dijo mi papá: ‘fuerza, entusiasmo, concéntrate en lo positivo’. Y pensaba ‘voy a estar bien, voy a salir de eso’, entonces comencé a leer libros que me ayudaban a mantener una actitud positiva”, comparte.

 

La fe en dios, su familia y amigos, fueron parte fundamental para que pudiera atravesar la situación satisfactoriamente. Sin embargo, el miedo volvió a la vida de Kira, ya que hace tres meses nuevamente tuvo que luchar contra el cáncer

 

“Obvio que tenía más miedo que la primera vez. Me acuerdo que estaba con Arturo y se me salían las lágrimas. Tenía miedo, pero me hacía la fuerte. Miraba a mi esposo, a mis perros y pensaba ‘tengo mucho miedo’”, recuerda.

 

Luego de más de una década, Kira Iris volvió con su médico para afrontar el cáncer. Una cirugía, pérdida del habla, los medicamentos, fueron las cosas que tuvo que aceptar para sobrepasar ese obstáculo que por segunda ocasión se cruzaba en su camino.

 

Ahora, el miedo no es algo de lo que se quiera deshacer, al contrario, es consciente de que ya la acompaña en su día a día, pero no la detiene.

 

“Tengo miedo, soy humana, pero me concentro en lo positivo y es que estoy viva, hoy puedo tener esta entrevista que agradezco mucho porque posiblemente a alguien le ayude, pero sobre todo me hace recordar lo importante que es tener actitud”, apunta.

 

Durante los momentos difíciles, Kira nunca pensó en rendirse, sino sintió que tenía la oportunidad de ayudar más a otras personas y compartir lo que ha vivido. De igual manera, destaca que aprendió a valorar cada detalle y a disfrutar.

 

“En el proceso de mi enfermedad mi esposo me dijo ‘esto es un momento, no es para siempre’. Mi mensaje es que cada momento te muestra algo de ti, algo de los demás. En mi experiencia personal es muy importante tener fe y la actitud con la que miras las cosas”, comparte la servidora pública para todas las mujeres que se encuentran por una situación similar a la que ella vivió.

 

Kira Iris es un ejemplo de lucha y resiliencia para la sociedad. Para ella, ser mujer es una bella experiencia que le permite crear, sentir y llorar, que no significa rendirse, sino suspirar.

 

“Ser mujer es experimentar la alegría, el miedo, la tristeza, experimentar que podemos. Una mujer no es bella por su apariencia, la belleza viene desde su salud. La belleza viene desde quererte a ti misma y desde mirar las cosas bellas que tiene la vida. Una mujer desde que puede concebir la vida tiene la capacidad de creación. Somos creativas”, finaliza.